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Otras fiestas

 

“Día de San Xoán”.- Había muchas cosas relacionadas con esta fecha, citaré algunas.
“As cachelas de San Xoán”. Estas se hacían (y se hacen) la noche anterior a San Juan y en distintos cruces de caminos, en competencia unos grupos con otros, a ver quien hacía la hoguera más grande. Duraban hasta avanzada la noche o hasta el amanecer. A la luz del fuego se cantaba y bailaba al son de la gaita y la pandeireta. Avanzada la noche se iba a la finca más próxima que tuviese plantadas patatas. Con las manos y a oscuras se cogían unas cuantas y se echaban en la ceniza caliente, se tapaban y al cabo de un rato se sacaban y se comían. Si había dinero y pasaba el pescadero de Laxe con sardinas, también se asaban sin otro condimento. Al final había que saltar la cachela, para purificar el cuerpo. Al día siguiente también se pasaba el ganado por encima, evitando que tocaran las brasas, y antes de que pasara el del vecino, a ser posible.
“As herbas de San Xoán”. Se trata de una serie de flores y plantas aromáticas que tenían distintos significados y aplicaciones. Entre ellas hay una que lleva precisamente el nombre de “Herba de San Xoán”. Estas se recogían el día anterior a la festividad, después de la puesta del sol, se metía en agua y, al día siguiente, se cogía el agua aromatizada para lavar la cara y purificar el cuerpo. El fiúncho (hinojo) y bieiteiro (saúco) eran plantas que se cortaban el día anterior a San Juan y, durante la noche, se colocaban en todas las puertas y ventanas de la casa, con el fin de que por allí no entraran as meigas ni los malos espíritus. Por último, también se recogían otras hierbas con el rocío de la noche, las cuales se ponían a secar al sol y se utilizaban durante el año para saca-lo aire, o cuando se llegaba de un entierro. Entonces se quemaban unas pocas y se pasaba por encima del humo.
“O Nadal”.- La Navidad o Nadal, junto con el Carnaval, son las fiestas más tradicionales en Galicia. Para el Nadal se formaban unos coros (panxoliñas) que el día de Nochebuena, fin de año y víspera de Reyes, pasaban por las puertas de los vecinos, donde cantaban a cambio de un pequeño aguinaldo. Este día, y mientras vivió mi padre, nos reuníamos toda la familia. Llegamos a reunirnos un total de cuarenta y una personas, entre hijos, hijos políticos, nietos, nietos políticos y bisnietos. En la cena era clásico el bacalao (hay que recordar que antiguamente era día de vigilia, aunque se podía cambiar, guardandola con anterioridad), patatas y xenos (brotes del repollo), empanada, carne asada, turrón, castañas, etc. Los últimos años no faltaba el marisco y el cava. Después de cenar, venían las partidas de brisca, y los villancicos, empezando siempre por la panxoliña que decía así:

“Caminando va José
caminando va María
caminan para Belén
a ver si llegan con día
Cuando a Belén llegaron
toda la gente dormía
se arrimaron allí a un roble
al pie de una fuente fría...”

Luego venían otras como ésta:
“Para Belén caminaba
la Virgen María
San José llevaba
en su compañía
Fueron caminando
en conversación
hablando palabras
de gran devoción ...” (Anexo 21)